UNA AGENDA SOBERANA, DEMOCRÁTICA POPULAR PARA EL PORVENIR.

Elías Jaua Milano

Despejar la vía venezolana a la democracia socialista, pasa por restituir la tranquilidad en la vida cotidiana de la familia venezolana y poder convocar la voluntad de las mayorías diversas para construir una sociedad donde todos y todas seamos cobijado por nuestra bandera tricolor, que nadie sea ni se sienta excluido del inmenso reto que tenemos como Nación

En el ensayo Venezuela Siglo XXI, transformación, conflicto y agenda para el porvenir”, el cual está disponible en el siguiente link https://bit.ly/3NnXJLW, expongo que la sociedad venezolana en su conjunto requiere construir una agenda política y de gestión pública que le permita recomponer la estabilidad política, institucional, económica y social que ha sido alterada en estos últimos años de conflicto interno y de agresión extranjera contra Venezuela.

Ese esfuerzo en pro de la normalización de la vida social, significa para las corrientes de izquierda y democráticas populares, dentro y más allá del chavismo, un desafío de profundas proporciones ya que las actuales circunstancias nos obligan a resignificar la propuesta de la revolución socialista. Consideramos que esto debe hacerse a partir de la apertura de un debate amplio, profundo y plural bajo la premisa: “Democratizar la revolución es revolucionar la democracia”, frase que tomo del académico Boaventura de Sousa Santos (2019).

Sin duda alguna que la primera gran tarea de la izquierda venezolana, pero que la trasciende, es contribuir a una regularización soberana y democrática del conflicto para poder avanzar en la recuperación de las condiciones materiales de existencia de las mayorías, que levante nuevamente el entusiasmo de estas por la construcción de un modelo alternativo al modelo neoliberal; modelo que hoy en medio del caos económico ocasionado por el conflicto y la agresión, las élites económicas pretenden presentar como inevitable.

A partir de esa realidad, es necesario avanzar en un gran acuerdo nacional que persiga tres grandes objetivos, correspondientes con las necesidades más urgentes del momento:

•	Seguir garantizando la Independencia y la paz de la República.

•	Recuperar la normalidad en la vida política, económica, social y cultural del pueblo venezolano. 

•	Reinstitucionalizar constitucionalmente a lo interno, y recuperar el pleno reconocimiento internacional de la unidad y centralidad del Estado Venezolano.

Estos grandes objetivos considero se pueden desarrollar específicamente desde los siguientes puntos de agenda, los cuales dejamos abiertos para el debate: 

  1. Garantizar el acceso a los alimentos y medicamentos necesarios para la vida de la familia venezolana, mediante una política de emergencia de producción y de distribución universal  y de acceso abierto.
  2. Política sostenida de recuperación de la moneda nacional y del salario para retomar el camino de la superación de la pobreza y dinamizar la economía, a partir del consumo necesario.
  3. Políticas especiales para la recomposición de los sectores de la educación, la ciencia, tecnología y la salud pública a partir de recuperar las condiciones laborales que permitan a las y los profesionales de estos sectores una vida digna.
  4. Políticas para la convivencia familiar, comunal, cultural, de género y de seguridad ciudadana que devuelvan, sobre todo a la juventud, la confianza de poder vivir en una sociedad a la altura de sus anhelos y de sus sueños.
  5. Plena recomposición del escenario democrático, mediante plenas garantías y condiciones, sin injerencia extranjera, para la participación de todos los sectores políticos y sociales existentes y emergentes, en los procesos políticos y en los electorales pautados constitucionalmente.
  6. Acuerdo nacional para abordar el tema de la deuda externa, de la inversión y el financiamiento internacional, que apuntalen la recuperación de la industria petrolera y otras de bienes y servicios esenciales en el país, públicas, privadas y comunales; así como de la infraestructura de comunicación y servicios, en el marco de lo previsto en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
  7. Políticas para el impulso y expansión de las experiencias de democracia protagónica en lo económico, político y social que impidan que se pierda el inmenso acumulado de experiencias de ejercicio del poder popular y de gobierno comunal, desarrollado a lo largo de las últimas dos décadas, como expresión de la construcción de un modelo alternativo posible y necesario.
  8. Acuerdo nacional para la transformación radical del Sistema de Justicia y su reconstitución a partir de los parámetros establecidos en la Constitución.
  9. Políticas de preservación del ambiente y uso de los recursos naturales para la vida. Venezuela precisa de un acuerdo nacional para el uso racional de sus inmensos recursos de hidrocarburos, mineros en general y de biodiversidad que le permita garantizar una vida digna para su población, sin caer en el extractivismo sin límite, que comprometa la existencia de esa vida.
  10. Un acuerdo de justicia, reparación y compromiso de no repetición de los procesos de violencia política, que sea la garantía hacia el porvenir de una sociedad donde podamos vivir todos y todas con igualdad, justicia y dignidad.

Esta agenda, apenas enunciada, es la síntesis de un sin fin de conversaciones políticas y cotidianas. Son muchos más los temas recogidos, en el área laboral; sobre la emigración, la ética política y administrativa, el funcionamiento de los cuerpos de seguridad, entre muchos más.  

En fin, esta agenda es apenas una invitación para debatir sobre la sociedad que deberíamos procurar construir en esta tercera década del Siglo XXI, que avanza aceleradamente en medio de una pandemia y de amenazas de una guerra mundial, desde la conciencia de que para preservar el proceso de transformación democrático popular iniciado a finales del Siglo XX en Venezuela, necesario es comprender que el poder es el medio para transformar y no un fin en sí mismo.  La burocratización de los procesos revolucionarios le pone límite a su pertinencia. “No hay revolución sin pasión, sin amor por la vida, por las personas” (Yayo Herrero, 2020).  

Despejar la vía venezolana a la democracia socialista, pasa por restituir la tranquilidad en la vida cotidiana de la familia venezolana y poder convocar la voluntad de las mayorías diversas para construir una sociedad donde todos y todas seamos cobijado por nuestra bandera tricolor, que nadie sea ni se sienta excluido del inmenso reto que tenemos como Nación.  

Despejar el horizonte hacia un buen porvenir para Venezuela, parafraseando al fallecido ideólogo y dirigente revolucionario venezolano Alfredo Maneiro, pasa por la Izquierda, pero va más allá de ésta. Se requiere de un punto de encuentro con todas y todos los actores que apuestan por la Independencia, la paz y la democracia y por el derecho a vivir bien y con tranquilidad que tiene la familia venezolana. ¡El debate está abierto!

Referencias: 

1.	De Sousa Santos, Boaventura (2019): Exposición sobre el vaciamiento de la democracia, en el Curso Internacional La Calidad Democrática en la Era de la Globalización. Recuperado de CLACSO Tv en Youtube.  


2.	Herrero, Yayo (2020): El antropoceno contra la democracia. exposición en el Curso Internacional La Calidad Democrática en la Era de la Globalización. Recuperado de CLACSO Tv en Youtube. 

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